La agilidad en el aprendizaje es una de las cualidades más demandadas e importantes en el mundo de los RRHH hoy y de la que se habla en relación al liderazgo de equipos.
Para comprender esta habilidad, es necesario entender la importancia de un líder con mayor rapidez de interpretación y adaptación en proyectos de alto rendimiento.
A su vez este concepto pone en cuestión los modelos tradicionales de evaluación de desempeño y selección. Como por ejemplo, los basados en el coeficiente intelectual o la gestión por competencias.
La idea fue formulada inicialmente por Robert Sternberg, un psicólogo crítico de los tests de inteligencia y de las herramientas convencionales. Se basa en identificar a las personas que tienen la mente abierta a nuevos retos y que están dispuestas a aprender del cambio. Los principales impulsores de la agilidad de aprendizaje creen que es un factor fundamental del éxito futuro, de la inteligencia y de las habilidades técnicas.
Un alto rendimiento no es sinónimo de un alto potencial, son otras las cualidades que se presentan en estos casos como el entusiasmo, la flexibilidad y la capacidad de adaptación. Los principales factores que componen la agilidad en el aprendizaje son:
Agilidad mental: presente en las personas que piensan los problemas a conciencia, desde puntos de vista originales, y se sienten cómodas con la complejidad y la ambigüedad.
Agilidad con las personas: presente en las personas que se conocen bien, aprenden de la experiencia, tratan a los demás de forma constructiva, mantienen la serenidad y son resilientes a las presiones del cambio.
Agilidad en el cambio: describe a las personas que tienen curiosidad, pasión por las ideas, les gusta experimentar con casos hipotéticos o ensayar escenarios y participan en actividades de desarrollo de habilidades.
Agilidad en los resultados: característica de las personas que obtienen resultados en condiciones difíciles, inspiran a otros a rendir más allá de lo normal y exhiben una actitud que genera confianza en los demás.
Los rasgos principales que identifican a las personas con una alta agilidad en el aprendizaje son:
Buscan nuevas experiencias y situaciones de las que aprender.
Sacan más provecho de estas experiencias, ya que tienen una predisposición a encontrarle un sentido (incluso a las negativas).
Tienen un mejor desempeño porque incorporan continuamente nuevas habilidades a su repertorio de herramientas.
Las personas con actitud para el aprendizaje constante serán más valoradas, por su capacidad para identificar oportunidades y seguir desarrollándose, enfrentándose a nuevos desafíos. En suma, desarrollar esta habilidad requiere de profesionales abiertos a nuevas ideas y formas de pensar, aprendiendo de todos y de todo.